Damos por sentado que si estás aquí leyendo, eres plenamente consciente de la importancia de contar con una web como empresa. Para que esto sea posible, vas a necesitar un dominio y un alojamiento para tu página. De este último punto es de lo que queremos hablarte hoy, en concreto, sobre los tipos de hosting. ¿No sabes lo que es? ¡Entonces solo tienes que seguir leyendo y saldrás de dudas!
Índice
¿Qué es un hosting?
Antes de entrar en los tipos de hosting en el mercado, vamos a comenzar con un par de definiciones. ¿Qué es el hosting de una página web? Se trata de un servicio de alojamiento para webs. Es decir, que una empresa cuenta con un servidor web y ofrece un espacio en concreto para poder añadir todos los contenidos de la página, así como un correo electrónico que vaya asociado a ella.
Para que se entienda mejor, solo tienes que pensar en tu teléfono móvil o en tu portátil. Allí cuentas con una infinidad de mensajes, fotografías o vídeos a los que puedes tener acceso en cualquier momento. Un alojamiento web funciona de la misma forma, pero en lugar de ser el dispositivo físico que tienes ante ti, se trata de un espacio en la red.
De este modo, tu página web será accesible desde cualquier lugar y en cualquier momento, así como por medio de cualquier dispositivo.
¿Cómo funciona el hosting?
En lo que respecta al funcionamiento de un hosting, una vez que has optado por uno y todos los archivos que conforman tu página web se han alojado en él, necesitarás un dominio para poder acceder hasta ellos.
Sería algo así como enviarte un paquete postal y necesitar tu dirección de correo para que te pueda llegar a casa. En este caso, la dirección que habría que escribir en la barra sería “https://comonline.es”.
Cuando alguien escribe esta dirección en un buscador, lo que sucede es que se le indica al navegador que se quiere acceder a los contenidos que están alojados en el servidor. Entonces, el navegador acudirá hasta el hosting y los buscará para mostrárselos a la persona que los solicita.
Pero, ¿cómo puede localizarlos dentro del servidor? Para ello utiliza lo que se conoce como DNA o nameserver, que viene a ser un traductor de códigos numéricos. En realidad, el dominio es una serie de números que parecen aleatorios, pero que tienen una lógica. Son las direcciones IP.
Sin embargo, nos resultaría imposible aprendernos los códigos de todas las páginas que visitamos. Si ya se nos olvidan nuestras propias contraseñas y números pin, cómo íbamos a recordar series más largas de webs. Por eso, se emplean los dominios o direcciones que son más fáciles de memorizar.
Tipos de hosting
Ahora que ya sabes qué es un servicio de web hosting, nos vamos al tema principal de este artículo, que son los diferentes tipos de hosting que puedes encontrar en la actualidad.
Cualquiera de estos tipos de web hosting son equipos físicos, aunque como dijimos antes, el alojamiento esté en la red. Es, por tanto, un hardware, cuya disponibilidad es de 24 horas al día y todos los días del año.
A la hora de elegir, debes pensar en lo que necesitas para tu proyecto y en las características de este. No es lo mismo un hosting para Magento porque cuentas con una tienda online, que un hosting para WordPress enfocado a una web corporativa.
Pero, ¿cuáles son los más comunes y las ventajas y desventajas de los tipos de hosting?
Hosting compartido
El hosting compartido es uno de los ejemplos de alojamiento web más populares y consiste en que dentro de un mismo servidor físico, se albergan varias cuentas que pertenecen a usuarios diferentes. En él, hay recursos compartidos, como la CPU o la memoria RAM.
Las ventajas que presentan es que son muy fáciles de instalar y de manera, por lo que tener pocos conocimientos sobre el tema no es un impedimento. Además, son los más económicos que existen. En cuanto a sus desventajas, al estar conectados, el comportamiento de una CPU puede afectar a todas las demás. También se reduce la velocidad y la flexibilidad es menor.
Una alternativa al hosting compartido común es el que lleva cuentas aisladas.
Hosting VPS
Este tipo de hosting es privado, por lo tanto, aunque el servidor es el mismo, los recursos, como el CPU, la RAM o la capacidad para transferir datos no son compartidos. La forma en que se consigue esta separación es mediante compartimentos VPS por virtualización.
Las ventajas son evidentes, ya que son los inconvenientes de la anterior: aumenta la flexibilidad y los problemas de unos no afectan a otros. En este caso, las desventajas son que aumenta la dificultad de la configuración, su coste y que solo se dispone de una parte de los recursos del servidor. Una alternativa a este es el hosting elástico.
Hosting Cloud
Cloud significa en la nube, que es donde se encuentra el alojamiento. Una misma infraestructura cuenta con varios servidores que trabajan conjuntamente por medio de una misma red, a la que se conectan diferentes equipos.
La ventaja principal es que aumenta la estabilidad y la seguridad de la web al haber varios servidores. La eficiencia es elevada y el servidor se adapta a las necesidades del proyecto en tiempo real. Como desventajas, el precio aumenta considerablemente y es variable en función de los recursos, y también lo hace la complejidad de su gestión.
Servidores dedicados
En el servidor dedicado, este pertenece a un solo cliente, así que no se comparte ningún recurso con nadie. La capacidad se adapta a las necesidades concretas que se tengan. Las desventajas son las mismas que en el caso anterior, pero las ventajas se multiplican; mayor seguridad, recursos, flexibilidad, velocidad y rendimiento.
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